—Tengo cinco años, señor.
Larry se puso de pie frente a Samuel sin dejar de mirar a éste. Al igual que otros niños, desprendía inocencia, pero al mismo tiempo también tenía un aire de madurez que superaba su edad. Samuel tenía una impresión aún mejor de este niño. Además, el niño le resultaba familiar, ya que se parecía a Finnick cuando era niño.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread