Capítulo 742 Todavía me tienes a mí

Finnick estaba vendando con cuidado la herida de Vivian cuando de repente sintió que una gota le salpicaba el brazo. Cuando levantó la vista, vio que ella estaba llorando en silencio, con lágrimas que caían por su cara como un grifo. Atando el vendaje, se levantó y se sentó junto a Vivian, estrechándola contra él en señal de consuelo. En poco tiempo llegó la ambulancia. El personal médico transportó a Evelyn en la camilla y la envió al hospital para que recibiera tratamiento. Mientras Rachel miraba la luz que permanecía encendida sobre el quirófano, estaba inquieta, temiendo que le pasara algo a Evelyn. Cuando vio a Vivian y a las otras dos personas que la acompañaban, no pudo evitar descargar su ira contra ellas. Por supuesto, su principal objetivo era Vivian. —Ahora estás contenta, ¿eh? —Señalando con un dedo a Vivian, la castigó, gruñendo—: ¡En verdad no entiendo por qué no dejas ir a Evelyn! Sí, te hizo algo malo, pero es evidente que estás bien. ¿Por qué tienes que seguir con el asunto?