No estaba segura de poder obtener la información sola. Incluso si pudiera, le resultaría bastante difícil llevar a Felicia ante la justicia. Felicia era la esposa de Leo. Si ocurriera algo, Leo no se quedaría en la ceremonia. Con su riqueza y mano de obra, Felicia saldría ilesa de la situación siempre que él pudiera reunir suficiente dinero.
—Hannah, lo entiendo todo. Si necesitas ayuda, dímelo. Estoy aquí para ti. —Le aseguró Natasha después de pensarlo un poco.
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