Evelyn se empapó por completo en poco tiempo bajo la lluvia torrencial. Justo cuando estaba a punto de llamar a la puerta, se dio cuenta de que el coche de Finnick pasaba por delante de ella.
—¡Finnick, no tengo nada que ver con este asunto! ¡Debes creerme! ¡En verdad no fui yo! —Evelyn gritó con todas sus fuerzas.
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