Aunque la expresión de Joan era inexpresiva, en secreto sintió una oleada de alivio cuando su mente registró lo que Jessica acababa de decir. Esto se debía a que estaba dispuesta a aceptar lo que el destino le deparara; si Della significaba más para Larry que todos esos años que ella y Larry habían pasado juntos, que así fuera.
—Muy bien. Vamos, vayamos a comer algo juntas. —Jessica entonces tomó la mano de Joan y la llevó afuera.
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