Sin embargo, cuando Megan fue a elegir su traje después de haber terminado de maquillarse, no sólo había desaparecido el resplandeciente traje de princesa que había llevado el día anterior, sino que no quedaba ningún traje bonito. Después de echar un vistazo a los vestuarios restantes, descubrió que todos eran para las doncellas o concubinas del palacio. Algunos eran tan sensuales que no encajaban en absoluto con el carácter de la princesa.
—¿Qué es esto? ¿Dónde está el traje de la princesa Madeline? —no pudo resistirse a preguntar al estilista que estaba al lado.
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