Antes, cuando Larry no tenía tiempo para comer, la llegada de Joan le animaba. Pasaba un rato comiendo sin importar nada. En ese momento, la comida permanecía intacta; era evidente que estaba enfadado. Algo se había interpuesto entre ellos. Sin embargo, no había nadie a quien culpar, ya que ambos eran responsables de mantener su relación. Quizá fuera porque Larry estaba demasiado ocupado últimamente, o quizá la causa fuera la interferencia de Dustin y Caiden. Pero no se podía negar que Larry estaba furioso.
—Está bien. Puedes explicárselo más tarde. No es tan mezquino. Te perdonará cuando le expliques todo. No te preocupes —aseguró Delilah a Joan.
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