Vivian aceptó la explicación de Finnick sin un rastro de duda en su expresión. Tomando sus manos entre las suyas, se dio cuenta de que no sabía qué decir ni cómo podía consolarle. Solo podía agarrar sus manos con firmeza, esperando que eso le diera algo de fuerza para salir adelante.
Tras imaginarse lo que Vivian estaba haciendo, Finnick le dio un golpecito en la mano.
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