El hombre era rápido, pero dejaba un rastro evidente tras de sí para que Larry no lo perdiera. Era casi como si quisiera que lo atrapara. Al final, lo encontró en la azotea del edificio. Iba vestido con una bata blanca de laboratorio y llevaba una máscara que le cubría la mayor parte de la cara, pero Larry pudo ver la mirada de burla en sus ojos.
—¡Caíste en la trampa! —dijo el hombre con un acento extraño.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread