—De acuerdo, de acuerdo, no te enfades, ¿si? ¿Puedes por favor aguantar un poco más conmigo? Voy a comer ahora mismo.
Al instante, Gabriella giró el tenedor en círculos, sacó un bocado de espaguetis y empezó a comer. Al ver su mirada sincera, Larry no podía soportar dejarla sola. Después de todo, solían ser muy buenos amigos.
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