Evelyn pensó en lo que debía hacer a continuación. Desde que consiguió evitar el protagonismo, Vivian ya no le seguía la pista; por lo tanto, este era el mejor momento para que ella tomara medidas. Con esto en mente, una mirada engreída apareció en sus ojos. Pero como Rachel seguía a su lado, no podía actuar con demasiada arrogancia. De lo contrario, sus esfuerzos serían en vano.
—¿Y dónde te alojas ahora? —preguntó Rachel, pensando que Evelyn no tenía dónde vivir después de escuchar su triste historia.
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