—Creo que no hay necesidad de ocultarles mi estado. Además, he oído decir a Jessica que la señora Young es una mujer razonable y comprensiva —comentó Joan y miró a Larry, expectante. Él se sintió conmovido por su mirada sincera y pensó que lo que decía tenía algún sentido.
—Bien, entonces, haremos una visita a la señora Young y a Lucius mañana —respondió en tono tranquilizador. Como había prometido, no fue a trabajar al día siguiente y la llevó a casa de Delilah.
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