—No es que tenga control sobre cosas como las emociones —respondió Jonas con una risa amarga. Luego hizo una pausa y volvió a preguntar—: Ya que me rechazas, espero que rechaces a todos los demás. ¿Puedo ser entonces tu primera opción?
Su pregunta tenía un tono inquisitivo y Megan no sabía por qué insistía tanto en bailar con ella. Se quedó pensando un rato y asintió. Después de todo, tenía que rechazar ese baile.
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