Sabía que, salvo Evelyn, ninguna otra mujer se atrevería a entrar y sentarse en su sofá.
Llevaba un vestido blanco que resaltaba su esbelta figura. Un par de gafas de sol con grandes cristales se posaban sobre sus delicadas facciones, cubriendo la mayor parte de su rostro. Si Mark no se hubiera fijado bien, no la habría reconocido a primera vista.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread