Un destello de orgullo se encendió en el corazón de Finnick. «¡Ese es mi hijo! Tranquilo e imperturbable», pensó. Vivian se sorprendió al principio, pero aceptó la realidad de inmediato. Larry nunca había dejado de sorprenderla desde que era un niño. Sin embargo, tuvo que admitir que en ese momento se superó a sí mismo.
—¿Significa esto que Larry puede graduarse ahora, Sra. Clark? —preguntó Vivian. No tenía sentido dejar que siguiera estudiando allí. Solo sería una pérdida de tiempo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread