—¡Joan! —se quejó Abelyn mientras se desperezaba en el asiento trasero. Su expresión era de dolor, seguro porque no se sentía bien después de haber bebido su peso en licor. Girando la cabeza hacia atrás, Dustin la miró con mala cara.
—¿Qué pasa, Abelyn?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread