Sentía un dolor sordo en el corazón y tomó a Vivian en sus brazos, sin importarle las miradas de la gente a su alrededor.
—Lo siento, Vivian. Esta disculpa no es de él, sino de mí. Siento no haberte protegido lo suficiente. Fui yo quien no cuidó bien a mi propio padre. Es mi culpa que hayas tenido que pasar por tanto…
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