Mientras tanto, era tarde por la noche en Puerto Aven cuando Sebastián regresó a la Corte Real Uno. Lucas lo trato de localizar llamándolo varias veces preocupado, pero Sebastián ignoró todas sus llamadas hasta que llegó a casa.
—¡Señor Heredia, por fin está en casa! Dios mío, ¡estás muy pálido! ¿Qué fue lo que pasó? —Wendy salió a saludarlo, solo para sorprenderse de lo cansado que se veía.
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