Con una mirada sombría, Sebastián pasó el ratón por encima del icono de un documento y pulsó sobre él. Luego, le hizo un gesto a Alexandra para que observara el archivo. Mientras ella estaba en eso, él se levantó y buscó un vaso de agua para sí mismo.
Alexandra era un genio de las finanzas. Sebastián creía que ella podía comprender el asunto del documento con solo echarle un vistazo sin que él le diera ninguna explicación. Se puso delante de la computadora y analizó el contenido del documento. Cinco minutos después, detectó algunos problemas en él.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread