Capítulo 428 Una misión de rescate

Roxana sintió como si su corazón hubiera sido aplastado por mil toneladas de piedras. Se quedó clavada en el suelo, sin poder decir nada. «Dijo que no me quiere. ¿Cómo puede ser eso? Se suponía que ya estábamos casados. De hecho, fui yo quien se echó atrás. ¿Cómo es que de repente se desenamoro de mí?». Fue un gran golpe para Roxana. Lo que ella no sabía era que, si Sebastián hubiera estado consciente por completo, tampoco aceptaría el matrimonio, pues su estado de salud era inestable en ese momento, por ello, era natural que se volviera cada vez más dependiente de Roxana, que era la principal doctora que lo trataba, ya estaba acostumbrado a ser atendido por ella. De cierta forma pensaba en el matrimonio como una forma de mantenerla a su lado para que siguiera cuidando de él.