Natalia se quedó holgazaneando en la habitación de Juan. La razón es que tenía miedo de Mateo. Era alto y parecía que le gustaba jugarle bromas a los demás. Por eso, cada vez que salía y lo veía, siempre tenía miedo de que la cargara de nuevo. Entonces se sentó en el sofá de Juan y jugaba de forma obediente. Mientras tanto, Susana estaba cocinando afuera. Como de pronto había tantos invitados, estaba muy ocupada. Por suerte, Gael estaba ahí para ayudar.
—¡Gael, no esperaba que supieras cocinar! Qué impresionante. ¿Sabías que Tito no sabe hacer nada? Solo pide todo lo que necesita. Me pregunto si se morirá de hambre en el futuro.
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