Alexandra lo miró sorprendida al no poder asimilar el repentino cambio de la situación.
—¿Por qué me miras así? ¿Aún quieres el divorcio? ¿Te enamoraste de otro hombre y quieres casarte con desesperación? Alexandra, no olvides que tú maldices a tus maridos. —Sebastián hizo de repente esos duros comentarios mientras comía de manera tranquila. Al escucharlo, la confusión anterior de ella se aclaró mientras la rabia la envolvía.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread