Justina se sintió mal por no haber hecho bien su trabajo, pero Viviana se sumió en profundos pensamientos mientras miraba el listón.
«¿Flores marchitas? ¿Qué flores marchitas?». Mientras seguía devanándose los sesos, notó un leve aroma a sándalo en el listón. «¿Sándalo? ¿Es posible que esto sea...?».
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