—¡Escuchen! Su rey invitó en persona a la Señorita Heredia a estudiar aquí y sin embargo hoy la maltrataron. No dejaremos pasar este incidente con tanta facilidad —advirtió Serapio a las alumnas antes de apoyar a Viviana y salir de la cafetería con ella.
Las alumnas se quedaron petrificadas en su sitio. Tras recuperar la compostura, palidecieron al darse cuenta tarde de la gravedad de la situación. «Él tiene razón. Nos olvidamos por completo de la identidad de la nueva estudiante». Todos empezaron a lamentar sus acciones.
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