De repente, Alexandra que estaba encima de la pila de escombros se dio la vuelta y miró al hombre con ojos llenos de desconcierto, quien de momento se quedó pensativo. «¿Por qué me guarda rencor cuando lo único que hice fue hacerle un gran favor al rescatarla a tiempo?». Su respuesta lo tomó por sorpresa y lo mantuvo incapaz de moverse. Alexandra aprovechó la oportunidad y siguió buscando a Leonardo.
A decir verdad, nadie podría salir con vida ya que los militantes volaron todo el lugar en pedazos. Era una misión imposible localizar a los supervivientes sin la ayuda de profesionales, de igual manera Alexandra no tenía intención de rendirse y siguió escarbando entre el montón de escombros con sus propias manos.
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