Buscaron a la Familia Zendejas con la esperanza de que Edmundo pudiera tener una vida mejor. Al mismo tiempo, si algo le sucedía a Edmundo hasta el punto de involucrar a la familia Junco, la Familia Zendejas sería castigada.
Aparte de que un sudor frío comenzó a escurrirle en la frente, Tatiana no pudo encontrar las palabras para responder. Era consciente de que nada podía escapar al ojo de Alexandra. En consecuencia, Tatiana perdió el apetito durante el resto de la noche. Lo único que hizo fue sentarse en la mesa en silencio mientras veía a los demás charlar toda la noche. No fue hasta que todos se retiraron después de la cena que se levantó de su silla y salió con torpeza del salón privado.
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