La persona que habló era una chica que parecía bastante adorable. Llevaba el cabello recogido en un chongo y una falda corta de color amarillo pálido. Sonrió cuando vio que Juan se volvía hacia ella, haciéndole un gesto enérgico para que se uniera a ella.
Sin embargo, Juan apartó la mirada de inmediato. No quería sentarse al lado de nadie. Si fuera posible, preferiría sentarse solo.
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