Sandra estuvo sometida a un tremendo estrés los últimos días, ya que las cosas sucedían una tras otra sin darle tregua. Cuando se enteró de que su plan fracasó, gritó enfurecida como una loca. Karina miró a su inútil sobrina por la orilla del ojo y se chupó los labios.
—Vayamos de vacaciones. Deberíamos ir al extranjero para que te olvides de esto.
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