Alexandra no tenía otra opción. No tenía forma de escapar y no había nadie cerca para ayudarla. Por lo tanto, la única manera que se le ocurrió para salvarse sería rogar a la mujer que estaba frente a ella. La cruel mujer se conmovió al mencionar el nombre de Helena.
—Planeaba dejarlo ir si me daba la parte de Federico.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread