Habló como si tuviera la conversación más habitual. Sin embargo, los rostros de los hombres se derrumbaron al escuchar esas palabras y sus ojos se enrojecieron de miedo. «A quién le importa que no nos paguen, pero ¿qué demonios quiere decir con eso de no poder volver?». Todos sintieron al instante una fuerte aura asesina procedente del hombre que estaba ante ellos.
Pronto, Sandro se alejó y los jóvenes fueron llevados a un campo de entrenamiento por los guardaespaldas del Palacio Terán, donde estaba a punto de producirse una cruel y devastadora batalla.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread