Maldecía, Yulisa se dio la vuelta y de inmediato cortó el cuello del hombre de mediana edad que Demetrio hirió. Demetrio observó en silencio cómo la sangre brotaba por todas partes. Frunció el ceño, decidió que lo único que podían hacer era marcharse lo antes posible.
—¡Vamos mientras tengamos tiempo!
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