Después de casarse, Edmundo frecuentaba poco el bar porque estaba ocupado al gestionar los negocios de la Familia Zendejas. Cuando su suegro se enteró de lo que hacía antes, cedió su negocio a Edmundo. Por supuesto, Edmundo ya no tendría tiempo para visitar el bar. Con eso, solo quedaron Alexandra e Irma atendían el bar.
Irma:
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