«¿Agricultura?». Cuando Alexandra se enteró, no expresó ninguna preocupación. Al contrario, empezó a pensar que era una buena sugerencia. Los niños de las ciudades crecían mimados, no conocían la naturaleza. Era una gran oportunidad para que ellos fueran al campo y adquirieran conocimientos. Ella no tardó en estar de acuerdo.
—¡Suena bien! Volveré esta noche y los ayudaré a prepararlo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread