Alexandra, a pesar de tener una bala alojada dentro de su cuerpo, avanzó a trompicones para disponerse a hundir aquella aguja que tenía en la mano en lo más profundo del torso del trastornado.
En cuanto la aguja causó efecto, Sebastián se desplomó inconsciente mientras Diego lo atrapaba, quien solo daba un enorme suspiro de alivio, Diego y Alexandra contemplaron la figura inerte de Sebastián sobre los hombros de Diego.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread