Cuando lo vio, se olvidó por completo del recordatorio anterior de Sebastián. Corrió hacia él, agarró a Demetrio del brazo y lo llevó a rastras al jardín exterior.
Cuando Camila, que lo seguía, vio aquello, apretó los puños con tanta fuerza que las uñas se le clavaron en la palma, «¡Sabrina Heredia!».
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread