Esa noche, no solo Salomón e Irma llegaron tarde. Sebastián y Alexandra, quienes venían de Bahía frontera también llegaron tarde al banquete de año nuevo en la mansión de la familia Heredia. Al final, los miembros de la familia no tuvieron opción más que esperar. Cuando llegaron ya eran casi las ocho. Saúl se apresuró a servir la ternera rostizada, el vino y las demás delicias que prepararon antes.
—Sebastián, vayamos al ático.
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