—Alexandra, ¿estás enojada? ¿Quién te pidió que vinieras? ¡Esta no es tu casa! ¿Cómo puedes entrar y salir a tu antojo?
Apretando los dientes, Sebastián al fin liberó su irá hacia Alexandra mirándola con los ojos llenos de furia. Era como si tuviera un fuerte deseo de hacerla pedazos.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread