En este momento, el paradero de Viviana era desconocido. Después de atravesar la pequeña puerta, había caminado hacia adelante, confiaba en la luz de su móvil. Caminó durante media hora sin llegar al final. Sin embargo, la energía de su móvil estaba casi agotada.
—Debería dejar de usar la luz de la linterna, si no la energía se agotaría y papá o Gael no podrían contactar conmigo.
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