Atlántida era una ciudad con una historia muy larga. Aunque no tenía una economía tan avanzada como la de la ciudad donde vivía Viviana, tenía un patrimonio cultural muy rico y un estilo de vida mucho más pausado. De hecho, era tan parecida a Jasonia que cualquier persona de esa zona encajaría a la perfección.
Como en ese momento era otoño, lo primero que notaron Viviana y Selene al llegar fueron las hojas doradas y marrones esparcidas por todas las calles. Sin embargo, los ciudadanos no tenían prisa por barrer las hojas, ya que disfrutaban del hermoso paisaje que creaban. Por alguna razón, el sonido de las hojas crujiendo bajo sus pies parecía tranquilizar sus corazones y aliviar sus mentes.
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