Capítulo 295 Su cama crujió toda la noche

No pudo encontrar las palabras para describir la sensación. La terquedad de la mujer lo molestó en el pasado. Sin embargo, sin que él se diera cuenta, ella también creció en él. Una pizca de arrepentimiento burbujeó en su corazón. Sebastián tardó veinte años en comprenderlo. Sin importar si era su propio deseo o el hecho de que había entrado en su vida sin su permiso, sentía una inmensa culpa hacia ella. «La traté como basura incluso después de que hizo tantos sacrificios por mí sin protestar. En lugar de vengarse de mi padre y de mí por el dolor que le causamos, me defendió como una tonta. Soy tan…». En el calor del momento, Sebastián besó de forma salvaje a la mujer que tenía delante. Fue muy gentil toda la noche. Por mucho que quisiera dar rienda suelta a su amor a través de sus acciones, se contuvo y la trató con el máximo cuidado.