Por supuesto... No recuerda nada de esa chica, así que tiene sentido que no quiera escuchar su nombre. Dada la forma en que la trato en el pasado, supongo que es para bien.
Federico dejó escapar un suspiro al pensar en eso y no dijo nada más. Sebastián se dirigió entonces a la oficina y Federico salió poco después también, para su sorpresa, sin embargo, vio a una hermosa mujer y a una adorable niña esperándole cuando llegó a la Residencia de los Heredia.
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