Estaba amanecido cuando Alexandra se despertó, abriendo los ojos se sintió de momento confundida por la luz del sol que entraba por las ventanas. «¿Dónde estoy?». En el momento en que intentó sentarse en la cama, el dolor le recorrió todo el cuerpo. Gimiendo, se desplomó en la cama mientras los recuerdos de la noche anterior inundaban su mente.
«Anoche fue un infierno». Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras permanecía acostada durante mucho tiempo. Después, Alexandra se obligó a salir de la cama, apretando los dientes por el dolor.
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