Capítulo 387 Cuídate mucho
Alexandra no pudo evitar sentirse incómoda por la forma en que él formulo esa frase. «¿Por qué parece que me está dando un triste discurso de despedida o algo así? ¿Todavía le preocupa que me secuestren mientras estoy a bordo? Dios». Como no le gustaba el ambiente extraño al punto que percibía melancolía en él, Alexandra le dio una palmada en la espalda y dijo:
—¿Cómo que ya no estarás a mi lado? Más te vale que vayas a cargarme, te esperare en mi asiento cuando aterricemos. —Luego volvió a su camarote mientras Leonardo permanecía con la mirada fija en ella.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread