Alexandra al final reservó los boletos de avión para partir esa misma noche. Ella pensó que tenían que irse lo antes posible porque el lugar era inseguro. Después de reservar los boletos de avión, Alexandra comenzó a empacar sus cosas, pero tenía un inconveniente, pues solo podía estar de pie con una pierna, por lo tanto, fue a la habitación contigua para pedirle a Leonardo que le ayudara a empacar sus pertenencias.
—Leo, ¿qué haces ahora? ¿Puedes ayudarme a empacar mi equipaje?
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