—¿Qué quieres decir? —regañó Guillermo, con evidente enfado.
Estaba a punto de decir el nombre completo de Linda, pero en ese momento estaba fingiendo y Elisa aún no había hecho un plan. Era mejor que Linda no causara problemas en ese momento. Sin embargo, la agudeza de sus ojos no dejaba lugar a evasivas. Linda estaba confundida y en realidad desconcertada.
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