Después de vestirse, Elisa salió del baño, estaba envuelta en una bata de baño, ocultando su atractiva figura, aun así, Gabriel no pudo evitar imaginar su figura debajo de la bata de baño, tragando saliva de manera inconsciente.
—Lo siento. No quise entrometerme. La puerta de tu habitación estaba abierta, y yo solo la abrí —comenzó a explicar Gabriel, consciente de que su relación todavía estaba en hielo y no podía permitirse empeorar las cosas.
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