Capítulo 231 La llamada

Después de que la puerta se cerrara de golpe, Elisa se desplomó en el suelo; sentía dolor de estómago. Justo cuando pensó que pasar la página era posible, Gabriel irrumpió en su vida armado con palabras hirientes. Mientras apretaba los dientes, al final se permitió llorar, bajó la cabeza y se acurrucó. Sus sollozos se interrumpían con cada respiración agitada; tenía el rostro apoyado en los brazos. En ese instante, Gabriel había llegado a la entrada del ascensor. Su expresión no era mejor que la de Elisa, ya que su rostro demacrado lo hacía parecer mayor. Quién sabe cuánto deseaba golpearla con todo lo que ella le dijo. Mientras el ascensor descendía, muchos pensamientos cruzaron la mente de Gabriel. Fue la primera vez que vio a Elisa tan enfadada, parecía que al final él la hizo enojar, así que cerró los ojos.