Elisa simplemente eligió un auto y fue a pagarlo; no costaba más de un millón. Una vez que realizó toda la gestión, fueron a recogerlo. Raquel se sentó en el asiento del acompañante y sonrió.
—¡Quiero ser la esposa de un hombre adinerado!
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread