Efectivamente, había algunos defectos en el acuerdo y sería una victoria sencilla para Elisa si el asunto se llevara a tribunales. De hecho, rechazaría a Norberto si este le pedía ayuda porque ese caso era una batalla perdida sin discusión. Sin embargo, dado que Gabriel había decidido ignorar el tema, Vicente haría lo que quisiera y estaba decidido a interferir en el asunto para obligar a Gabriel a tomar la iniciativa. Si ella estaba en apuros, era imposible que Gabriel se quedara de brazos cruzados. Vicente estaba dispuesto a burlarse de él cuando por fin cediera a ayudarla. Con ese pensamiento, Vicente respondió a Pedro, su pariente: «Hay muchos defectos en el acuerdo. Sugiero rehacerlo».
El hombre quedó estupefacto al recibir el mensaje y llamó con rapidez a Norberto después de contestarle a Vicente.
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