Después de completar sus acciones, Elisa se inclinó con elegancia ante los espectadores en el comedor abierto, luciendo una sonrisa impecable.
—Pido sinceras disculpas a todos por haberlos sometido a semejante espectáculo. Me he encontrado aquí con dos timadores que decían ser amigas del dueño y pretendían disfrutar de una comida y unas bebidas gratis. Casualmente, conozco personalmente al dueño, así que los desenmascaré en el acto.
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